viernes, 31 de julio de 2009

Sesión No Velada: Andrés



Timbre.

-Adelante, puede pasar directo y acostarse en el diván, lo escucho.

-Estuve pensando de qué hablar hoy…. Me parece que no tengo nada para decir, que no hay tema.

-Puede hablar de usted mismo.

-De mi? No sé hablar de mí… qué digo?

-Si, sino puede hablar del Andrés que usted cree que es.

-Lo voy a intentar, me gusta el desafío que hoy me propone. Andrés… siempre me gustó mi nombre. Mi padre se llamaba Andrés, como mi abuelo, soy algo así como Andrés III.

-El tercero, ni el primero ni el segundo.

-Así como lo dice suena medio feo. También mi nombre tiene algo feo, mis compañeros de colegio me hacían bromas, diciéndome “Andrés es…” y ponían cualquier adjetivo. A veces me gustaba, porque me favorecía, y a veces me decían cosas que me humillaban.

-Le parece que lo humillé al decirle tercero?

-Un poco. Mi mujer me dice que siempre llego segundo o tercero a todo, que nunca me animo a ser el primero en algo… Ni con el trabajo, ni con el dinero, ni con ella.

-A que se refiere, puede decirme algún ejemplo?

- Yo soy su segundo marido y ella es mi primera esposa… quizás a usted esto no le diga nada.

- A mi me dice varias cosas, pero lo interesante es lo que le dice a Ud. ese hecho.

- Éramos novios desde la adolescencia… 6 años de novios… mucho no? pero me costó decidirme y ella se casó con otro y tuvo hijos con otro. Pero hace dos años, después de 15 años de no vernos, nos encontramos. Ella estaba divorciada y nos casamos, y ahora yo quiero tener hijos, y ella me dice: Llegaste tarde conmigo.

- Quizás no llegó tarde al matrimonio con ella. Pero a sus expectativas de los 20 años si.

-Eso no lo soporto. Además yo le prometí a mi padre antes de morir, que iba a tener un hijo varón que se iba a llamar Andrés.

-Ud, no tiene límites!!! Estuvo 15 años sin casarse ni tener un hijo con ninguna, ni por azar, o por un accidente de la vida, se quedó esperando que la vida pase y justo se encuentra con aquella mujer con la que había quedado como un “indeciso”, y ahora quiere todo? Incluso su ambición llega al punto donde quiere que ella asuma la promesa que le hizo a su padre muerto??? Y que tenga un hijo que sea justamente un varón y que ella esté contenta de que sea un Andrés IV???

- Ana, me lo plantea de una manera un poco fea.

-Le acabo de mostrar lo que dijo. No le he planteado nada.

-…. Será que pido de más? Yo quiero que ella me dé lo que busqué tantos años. Y nada más. Quiero tener un hijo varón que se llame Andrés, como fue con mi padre, eso es tanto?

-Temo desilusionarlo pero entre lo que se busca y lo que se encuentra siempre hay diferencias. Y en algunos casos hay abismos…. Nos vemos la próxima.

-Está bien, Ana, pero le quiero decir que la pasé muy mal hoy aquí… mañana vuelvo a ver si viene más comprensiva conmigo.

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