lunes, 17 de enero de 2011

Sesión No Velada: Adriana



Timbre.

-Hola Adelante.

-….

-Puede empezar a hablar, la escucho.

-Si…. Me parece que no quiero venir más… ….. ¿No me dice nada?

-La estoy escuchando, todavía no sé qué quiere decir esa frase.

-Por eso no quería venir hoy… porque le iba a decir que no quiero venir más y Ud. Me iba a decir que siga hablando…

-… acaba de llegar, se acostó en el diván, la escucho, todavía no tengo nada para decirle..

-Está bien… así son las reglas del juego… no sé si me hace bien hablar de las cosas que me pasan… me hace pensar cosas que creo que no me sirven… o si me sirven, terminan haciéndome mal. Entonces es lo mismo. Yo vine aquí para sentirme bien y últimamente me siento muy mal… Ud. Me hace decir cosas que yo no quiero decir…

-Cuánto poder tengo con usted, le hago decir cosas que no quiere decir.

-Si, me pasa siempre eso. El otro día no sé de dónde empecé a decirle que me quiero separar un poco de Luca, que estamos demasiado juntos y no puedo hacer nada sin darle explicaciones o sin sentirme culpable por hacer algo sin que él lo comparta… y Ud. Me dijo… y qué será separarse de Luca… y ahí me hizo decirle: LIBERARME…

-Y entonces…

-Yo nunca hubiese dicho esa frase si usted no me hubiese preguntado eso…. Yo le estaba diciendo que me quería separar un poco… y usted me empujó, me llevó demasiado delante de mi frase. Me dolió mucho escucharme decir que me quería Liberar!!

-…

- Es como dice mi marido, si me sigo analizando me voy a separar de él… debe haber alguna cosa intermedia entre el agobio que tengo a veces con él y el tener que separarme para liberarme un poco.

-Quizás cree que esa cosa intermedia es separarse de su análisis… realiza algún tipo de separación y por otro lado puede hacer lo que le parezca sin cuestionarse nada… que todo quede entre Ud. y Luca.

-No, no, no me lo diga así que me angustio más… todo entre Luca y yo, cerrado es terrible, me siento sin aire… voy a tener problemas respiratorios en cualquier momento. Yo lo amo, pero no puedo más así. Me llena de culpa. ¿No se puede vivir con alguien y también poder respirar un poco???

-Por lo pronto sin respirar un poco, como dice, no se puede vivir… pero la respiración es autónoma, “se respira” no depende de su voluntad… quizás todo fue muy voluntarioso en este matrimonio hasta ahora. Avisarse todo, enterarse de todo, decirse todo. Explicarse todo… Mire Adriana, ya me estoy ahogando yo misma de decirlo. No la está pasando muy bien con Luca… pero… ¿será por Luca todo esto? O es Ud. que colabora con esa falta de aire, contándole todo lo que hace, haciéndose acompañar a todos lados para someterlo también un poco

-¿Someterlo?

-Si también, un poco se somete y un poco lo somete.

-¿Yo??

-Alguien en Ud. gritó que quería LIBERARSE…

-…

-Si no se revoluciona un poco a usted misma, no creo que esa liberación sea posible.

-Ya sabía que iba a terminar la sesión pidiendo venir mañana…. ¿Me estoy sometiendo a Ud.??

-A sus palabras.

-….

- Continuamos la próxima

miércoles, 5 de enero de 2011

Sesión No Velada: Margarita




Timbre

-Hola Ana buen día… llueve muchísimo hoy…

-Adelante

-Los días de lluvia me asustan un poco… hoy es una típica tormenta de verano… truenos, lluvia demasiado fuerte. Parece que se está por caer el cielo… tengo tanto miedo…

-Quizás quiere hablar del miedo, no de la lluvia.

-…

-…

-Anoche tuve un sueño. Una pesadilla terrible. “Era de noche. Yo escuchaba gritos pero no me movía de la cama. De pronto vi una luz. Pero no me daba cuenta si la luz venía de la ventana o del interior de mi propia casa. Eran gritos de mujer.”… No me acuerdo de nada más.

-¿Y con qué lo asocia?

-Cuando empecé a contar el sueño lo asocié con un libro que estoy leyendo: “La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina” de S. Larsson… pero me acordé de otra cosa: ayer fui a dar una clase a la facultad, ya se está terminando el año y todo se relaja un poco. Fui a la sala de profesores a saludar a los colegas y a tomar un café, cuando de pronto entra la profesora de Antropología sin saludar a nadie. Es una mujer inmensa, mete miedo.

-Hay mujeres que le dan miedo…

-Si. Mi tía Laura me da miedo, mi madre enojada me daba miedo. La profesora de Antropología me da miedo.

-Y las tormentas, y la lluvia, quizás yo misma le dé miedo.

-Usted también me da miedo, pero no cuando habla y me dice cosas que a veces me enojan, usted me da miedo cuando se queda en silencio. No sé qué está pensando. Cuando le cuento algo y me contesta algo enseguida, me quedo tranquila. Pero si no dice nada: me asusto.

-Si no le digo nada “se le viene la noche”, si le contesto algo, si escucha mi voz: le viene una luz, que no sabe si viene de afuera o es una luz que está adentro suyo.

-Si, es verdad. Pero yo escuchaba gritos de mujer… en el libro, hasta donde leí, hay un maltrato a las mujeres… en el primer libro de Larsson también…. Hay un maltrato… cuando yo era adolescente, todas mis amigas hablaban de algún abuso de un tío, de un amigo del padre, de un vecino… siempre aparecía el tema del abuso… yo me preguntaba cómo era posible, a mi nunca me pasó nada de eso… mi madre no dejaba que nadie se me acerque, ni siquiera los que me iban a querer bien.

-Quizás la que tenía mucho miedo era su mamá.

-Puede ser. No me dejaba ni a sol ni a sombra. Estaba siempre vigilada. No podía ni ir al kiosco de la esquina a comprar un chicle. Ella salía a la vereda a controlar que nadie se me acercara… un día un señor de la cuadra de mi casa se me acercó a preguntarme si quería un caramelo y mi vieja hizo tanto escándalo que nadie más me habló en el barrio… cuando ella se murió, yo tenía 27 años… ya hace 10 años que murió… uff… creí que hacía menos… durante la ceremonia en el cementerio, empecé a pensar que no me iba a vigilar más. No estaba triste, tenía una rabia. Mi papá que siempre fue medio distante, me abrazó y me dijo: “yo te voy a seguir cuidando de otra manera”… nunca entendí qué me quiso decir…

-Le quiso decir que Ud. nunca estuvo a solas con su madre.

-No sé… estando ella, nadie iba a abusar de mí.

-Quizás el abuso fue ese.

-… Qué rabia tenía ese día… Cuando la estaban cremando yo pensaba… ¿le dolerá?.

-A veces a usted también le pasa que sueña con un fósforo y un bidón de gasolina.

-Glup. Usted también me dá miedo.

-Continuamos la próxima. La espero el jueves.