En el golpe insepulto del viento,
oigo tu voz
saliendo del mar.
Soy una serpiente marina,
Soy una serpiente marina,
Eva brotando de la espuma de tu boca,
amante inequívoco.
Los días
corderos descarnados,
pasan en ráfagas de vida
que no llego a tocar.
Tengo el cuerpo
Tengo el cuerpo
flotando en dos océanos,
soy un vaivén entrelo amado y lo perdido.
Un pez derrotado por el trueno,
el tajo en la escama.
Hay un instante eterno que honra a la ceniza.
Los espejos están desnudos,
estoy deshabitada
se ha ido la noche,
pero ninguna luz
Los espejos están desnudos,
estoy deshabitada
se ha ido la noche,
pero ninguna luz
me trae el alba.
Hay un alba en cada nuevo viento que cruza el mar. Arrastra consigo las palabras que va recogiendo en el giro del día, en torno del planeta. Cuando llega el atardecer se derraman en el Tajo cenizas que van a cruzar el Atlántico, simientes de un nuevo día.
ResponderEliminarBello. Cruzaron el Atlántico, gracias
ResponderEliminarInteresantísima tu forma de escribir.Saludos
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