Un viento llega desnudo
hasta los techos
de aquellas pequeñas casas.
Serán los gritos apagados que se levantan?
El dolor de la guerra sigue matando
a los hijos de la guerra
El dolor de nacer entre los muertos
aún hiere a la distancia.
No hay ojos para ver al caballito de madera
Hecho trizas en el cuarto.
Sempre doerá "a dor de ter nascido entre os mortos."
ResponderEliminarÓtimo poema, Macela.
Bom fim de semana.
Beijos
Me hipnotiza mis sentidos los caballos y los árboles, y aca me encuentro con una combinación que nunca se me había ocurrido ``caballito de madera´´... hermosa poesía. Un abrazo
ResponderEliminarMagnífico.
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