La memoria del hombre está en sus besos.
Vicente Aleixandre
El amor es un nombre
que no puedo recordar.
Cada mañana es otra vez
la noche anterior.
Solía levantarme entre penumbras,
caminar ciega hasta la playa,
el mar desnudo,
todos sus secretos
frente a mi: fuga de peces.
Tendría que nombrar lo que sucede,
pero hay olas que no llegan a la orilla
que nunca besan la arena
que no descansan,
son olas ateas
no hijas del mar.
Ya sé que cada mañana es otra vez
de noche.
Me lo dijiste tantas veces,
y tantas veces subí con el sol
para besarte,
para tocar tu rostro de visón,
abrir tus párpados,
pero al segundo llega la noche,
y te vuelves secretamente profundo.
Y ya no conozco todos tus nombres.
El amor es un nombre
que no puedo recordar.
No hay frases anteriores
abrazando al universo,
la única luz es del poema,
todos la oyen.
Cada palabra
es la verdad siguiente,
son los versos venideros
los que traen luz.
¡Hola Marcela! Hacía tiempo que no pasaba por aquí y me encuentro este poema hermoso. Qué bueno. Saludos
ResponderEliminarHola Marcela
ResponderEliminarMe ha encantado estos versos tuyos: "son olas ateas /no hijas del mar."
Tu poema destila tristeza provocada por un nombre, no es el amor el causante, sino un farsante que intenta emular al verdadero amor.
Un saludo
muchas trsiteza en este poema, pero con mucha fuerza. Me ha gustado
ResponderEliminarsaludos desde mexico
MIRACHE