Hubo la historia
de un amor
fantástico y cruel,
de pulso,
de latido orgánico,
de sexo y de miseria.
Hubo vestigios de mediodía
de ninguna sombra
de ninguna cruz.
Hubo el amor
que fundaba mundos
en sueños milenarios.
Hubo seda virgen,
credenciales y testimonios,
nudos indescifrables,
principio y final.
Y hubo más,
y otras historias,
pero el cielo también huye,
y no hay lazo decidido
para amarrar su cuello en rebeldía.
Y el alma lo sabe
y la casa
que grabó la historia,
lo sabe,
y ella y él
que nada sabían,
fueron dos desconocidos,
dos inocentes
heridos a traición.
Precioso poema..
ResponderEliminarla casa lo sabe todo , aun en esos rincones menos esperados..
gracias por compartirlo
un abrazo
besos
saludos fraternos