Buenos días, mi nombre es Edith, con t h al
final, me dijeron que usted atiende personas como yo, que se lavan las manos
hasta lastimarse, que caminan sin parar por la casa para gastar energía, o para
bajar la tensión sexual... yo tengo tensión sexual... usted se dedica a eso?
soy soltera, vivo con mi madre y mi hermano mayor, soy dependiente de ella...
eso también se cura... ah... mi hermano menor es cura... yo soy modista, mi
mamá quiere que diga que soy diseñadora... bueno... no quiero que se corte la comunicación...
mi número es 157 723 8933... me llamo Edith con t h al final.... espero su
llamado
Timbre
-Hola buenas tardes, Edith?
-Si… soy yo… usted es Ana o la
secretaria de Ana?
-Soy Ana… puede pasar, adelante, tome
asiento…
-Muchas gracias, estaba ansiosa por
llegar… bah, siempre estoy un poco ansiosa…
usted también es ansiosa?....
-Soy Ana, cuénteme qué la trae por
aquí…
-Mire como tengo las manos… todas
coloradas, llega a percibir?? Es de lavarme las manos muchas veces… Bueno,
mejor me presento… algo ya le dije en el mensaje del teléfono… vivo con mi mamá
y mi hermano mayor… el menor es cura…
-Y el mayor?
-El mayor está en recuperación… se queda mucho en casa… estuvo preso… roba…
pero no es un ladrón, es cleptómano…
buen chico, bueno, ya es un
hombre… no es un ladrón, cuando vamos a un negocio, él siente un impulso, algo
como una fuerza en la cabeza que lo lleva a agarrar algo y guardarlo en el
bolsillo… es un trastorno mental, no es un ladrón, él fue muy bien educado por
mi mamá… bueno, ya le dije, mi otro hermano es cura… nos educaron muy bien… mi
hermano es de una congregación muy solidaria… usted sabe algo de
congregaciones?
-No, pero puede contarme si quiere…
-Prefiero contarle otra cosa… sólo
quería saber de usted y no me dice nada… yo soy modista, mi mamá también es
modista, pero yo me dedico a
terminaciones… mi mamá hace los moldes, los diseños… yo no… no me gusta nada de
eso… yo soy prolija con las terminaciones… usted se compra ropa hecha o se la
hace a medida?
-…
-No sé bien de qué hablarle si usted
no dice nada…
-Quién le dio mi teléfono?
-Ah, Tatiana… una amiga psicóloga… me
dijo que usted puede ayudarme con el tema de la tensión sexual…
-La escucho…
-Tuve un novio, es el hijo de una
amiga de mi mamá… Charly… yo sigo enamorada
de él, él tiene una novia nueva, que es hija de otra amiga de mi mamá… mi mamá
dice que él va a volver porque yo soy mejor que Marina, la novia actual…. Bah,
no es la novia verdaderamente… es una amiga rapidita… yo no… me aguanté y no
tuvimos relaciones sexuales porque le prometí a mi papá, que me iba a casar
virgen…
-Cuándo fue eso?
-Mi papá murió de un enfriamiento,
algo en el pecho… tomó una cerveza muy fría y se murió… yo tenía 11 años, pero
siempre me decía… “Prometele a papá y a
Diosito que te vas a casar virgen” y yo se lo prometí… pero ahora tengo justo
esta enfermedad de la tensión sexual.
- ¿Y a qué llama usted tensión
sexual?
-A los nervios que tengo… compré dos
películas pornográficas… me las ví todas de punta a punta… qué feo lo que digo…
pero es asi… y sabe lo que me pasó?... me la paso mirando a las mujeres y a los
hombres imaginándome cómo serán en el acto del amor sexual… y me quedo tensa
todo el tiempo, medio contracturada… y salgo a correr al circuito del club
Independiente… Ana… hoy me tengo que ir, porque tengo que acompañar a mi
hermano a la reunión semanal de cleptómanos… pero, puedo volver esta semana?
-Si… quiere venir el viernes a las
15?
-Si
-No se tendrá que ir antes por ningún
curso?
-No… no … le prometo que vengo… vengo
si… además quiero venir… a usted le parece que tengo cura?
-La espero y vamos viendo?
-Le pago la próxima¿?
-Puede ser.
-Bueno, si… mejor… si no llego tarde…
gracias… vuelvo eh, usted va a estar no?
-Yo me quedo aquí
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