9 de septiembre es una
fecha que no dice nada.
Las cuatro de la tarde, un
bar cualquiera,
una camarera, un poco de
sol, las llaves haciendo ruido
(Siempre hay un llavero
diciendo: “hay que volver”)
un té o un café, ya no es
lo importante,
lo importante es ponerle
el pecho a esa sonrisa
que se escapó de un
barrio de las afueras,
esa sonrisa con motor
propio,
con 20 corceles tirando
del alma
con una propulsión en la
boca
queriendo decir algo.
Todo esto es una cuestión
de ternura irremediable.
Pero hay una manzana
mordida,
arriba de la mesa, de ese
bar cualquiera, esa tarde, ese sol
esa sonrisa,
pero los dientes no son
lo importante,
ni el bocado jugoso de
esta pequeña fruta,
lo importante es querer,
es morder,
lo importante querer
morder
y dejar un vacío, que no
tiene nombre.
Si Marcela, lo importante es querer morder esa manzana y salir por la vida con su gusto entre los dientes, cómo si fuera Eva sin Dios, sin Adán, sin lo Paraiso; o Blanca de Nieve sin los siete enanos, pero de manos dadas con los siete locos de Arlt.
ResponderEliminarMe gustó muchíssimo.
Un beso,
Eliane, desde Brsil
Gracias Eliane, Eva sin dios y sin Adán y sin el paraíso... y blanca nieves sin los enanos... son otras historias que se están escribiendo. gracias
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