Timbre
-Hola Ana, cómo está… hoy no tenía ganas de venir….
-Ajá…. Quiere pasar?
-Si claro…
-Bueno, lo escucho Carlos… quiere seguir contándome de sus ganas de venir?
-De “no” venir…
-Si, por eso… lo escucho…
-Es que no tengo nada de lo que hablar… ¿qué le voy a contar? ¿Siempre lo
mismo?... yo a usted ya le conté todo… no sé qué más tendría que contarle… algo
entre nosotros se cortó….
-¿Un hilo se cortó?
-Puede ser… debería ser un hilo frágil si se cortó…
-Hace unos días estaba hablando del miedo que tenía a enfermarse de cáncer…
porque su padre había muerto de cáncer, y su madre había muerto de cáncer y su
hermana padeció un cáncer cuándo era adolescente, y ahora usted temía ser el
próximo… después de eso… hace 2 sesiones que no quiere hablar de más nada… como
si pensase que si habla más, si sigue el hilo se encuentre con la muerte…
quizás si… pero no precisa ni enfermarse de cáncer, ni morirse en la realidad…
algo de la muerte en ese hilo que suspendió debe estar…
-No sé… ahora que lo dice, pero yo no lo sé… quiero que me entienda bien…
me hizo pensar pero no sé si tiene algo que ver… vino a verme aquel paciente
del Sindicato… se acuerda? El que tenía un tumor en la garganta… lo operaron,
estaba bien el tipo… la última vez que lo vi hace como 3 meses, pensé: “es un
hombre fragilizado, ojalá se muera rápido así no se entera de lo que lo mató”…
-Pero se trataba de la vida de él, de la que quizás sí quería enterarse, o
vivir ese proceso, o analizar y entender qué le significó ese “tumor” en su
vida… no sé… usted quiere que todo se “corte”, se interrumpa, se silencie, antes
de entregarse a vivir….
-Soy médico, siempre fui meticuloso, cuidadoso de la vida, no estoy de
acuerdo con lo que me dice… querría estar de acuerdo con usted Ana, porque me
siento bien al venir, aunque no tenga nada que decir… bueno, quizas no es que
me siento bien, es que quiero hablar y al mismo tiempo dejar las cosas como
están…
-Usted quiere todo: decir y no decir, estar contento pero no tanto, venir y
no venir… no se quiere agujerear nunca… quiere todas las posibilidades.
-Es que quiero ser exacto con usted para que me entienda.
-Yo prefiero sus inexactitudes, sus tropiezos.
-NO me alivia lo que dice… al contrario, me hace pensar que tengo que me
equivoco, que usted me ve con alguien que no logra lo que quiere, como me pasa
con el jefe de Cardio… siempre me hace sentir que no hago las cosas bien….
-Habrá cosas que no hace bien, y otras que hace bien… pero usted no se
quiere perder nada… quiere hacerlo bien y sentir que no lo hizo bien y se lo
reprochan…
-No sé porqué me estoy acordando de algo… cuando era chico, un vecino me regaló
una tortuga, y quise jugar con ella como si fuese una pelota y la maté sin
darme cuenta…
-Qué frágiles que son las cosas en
sus manos… las personas, los hilos, las tortugas…
-Yo no soy un asesino por haberla matado…
-Un asesino de tortugas quizás si…
-Fue sin querer… yo no la quería matar…
-Será que quiso saber si lo imposible podía ser posible y mató… a una
tortuga… pero le aclaro que para la
Justicia Argentina matar sólo una tortuga no es delito, pero parece que para
usted si lo fue, y eso es lo que
importa, lo que a usted le representó matar a esa tortuga.
-Me sentí fuerte, como que se me fue la mano… la quería, era el único
animal que me permitieron tener…
-Qué bonito eh!!!!! Eso hace usted con lo permitido?
-….
-Continuamos el lunes?...
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