Llegar.
Pero llegar adónde,
si partir es comer una manzana
que no ha cosechado nadie.
El tiempo siempre es escaso:
tus manos haciendo ovillos
organizando las madejas del día,
el té o´clock que nunca bebí,
y la cena puntual, puntual…
y entonces,
¿llegar adónde?
si partimos del cuenco
de tus manos moviendo las páginas
de la Para ti,
de la Rico Tipo impúdica
que pintamos y rompimos
sin piedad por los años.
Entonces, ¿dónde?
Anita bonita, fotito carné, boca roja,
uñitas de limón, cielito lindo
lunar estrella
¿Dónde?
La moneda hizo su giro,
y está debajo del zapato
de un grandulón que no te perdonó.
Volvé a escribir la receta del chucrut,
aunque lejos de Alemania siempre estuvimos.
Lejos de Londres, de Moscú,
aunque nos visitaran rusos blancos,
lejos de Cremona y de Baviera,
y muy lejos de Oslo capital.
Volvé a escribir con tu letra de princesa
la receta del “dulce de naranjas amargas”,
contrasentido de tu ausencia.
Todos los suspiros partieron de tu alma
junto con la A, que te llevaste para siempre.
Hay historias de amor que no terminan.
Partir. Si.
Pero llegar a dónde…
¡Qué bonito! Y unos versos geniales:
ResponderEliminar"Anita bonita, fotito carné, boca roja,
uñitas de limón, cielito lindo
lunar estrella
¿Dónde?"
besos
Enrevesada, pero con un trasfondo muy bueno...te felicito, no es facil hacerlo como lo haces tú...un besote
ResponderEliminarTan hermoso el poema, tan lágrima en flor derramándose sobre la vida... Gracias!
ResponderEliminarEs bueno poder leer un poema así, gracias, Marce.
ResponderEliminar