martes, 26 de julio de 2011

Naufragio



Todo se repite más allá de la tierra,

en designios cautivos del océano,

misterios que no debemos descifrar.

El náufrago emprende viaje

sin brújula y sin memoria

llevando como destino

la sorda condena de caminar sin sombra.

¿Acaso te arrojaste a las aguas?

¿... te hizo ciega el fulgor de alguna perla?

Acaso caíste por las ranuras de la noche,

abismada en medio del amor?

Hay designios cautivos del océano,

misterios que no debemos descifrar: promesas, porvenir.


¿Acaso te quedaste sin sueños,

sin poesía

sin las fronteras donde mora el deseo?


¿Acaso perdiste el camino de la voz?

1 comentario:

  1. ‎...la sorda condena de caminar sin sombra... me encantó marce

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