martes, 19 de julio de 2011

Un domingo en aeroparque



Esperar un avión puede ser un trámite cotidiano de valijas con ropa suelta, adaptadores de enchufes, dentífrico, algún perfume para no perder identidad, y dos o tres anotadores para no olvidar que un dibujito puede llevar más lejos que un avión, y una carta más lejos todavía, que la potente onda sonora de una turbina haciendo ruido detrás de la taza de café de la mañana, detrás aún de esas falsas medialunas parecidas apenas al aroma de la panadería de la esquina.

Es domingo, es el aeroparque, el teléfono todavía funciona. Ya no se puede volver atrás.

1 comentario:

  1. Hola, si te interesan los temas ambientalistas te invito a pasar por: http://masalladeloquevess.blogspot.com/

    Saludos. . .Pat

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