jueves, 23 de julio de 2009

Escribo y temo



Las palabras son incesantes ríos
que nunca desembocan,
grillos brotando de la tierra,
gotas de cristal hundidas en la lengua.
Entre ellas no hay razones para amanecer,
me acuno tibiamente en el dulce carruaje del idioma,
y escribo.
Aún asi temo.

Temo que un verso me aseste un zarpazo
desprendido del infierno,
me convierta en sombra.
Temo al verso escondido en la piel,
al verso raíz,
al verso voraz,
al mercenario verso
que negocia con las cartas de amor,
con los inocentes rostros de los niños,
con las miles de cuentas que hacemos diariamente
para mirar de cerca el rostro de la vida.
Escribo sumergida
en las batallas que libró mi pueblo,
entre los cráneos de mis antepasados.
Escribo el nombre que di a mis hijos
y el que ellos darán.
Escribo en los eclipses,
pero temo que un verso
ponga definitiva luz

a tanta oscuridad.

6 comentarios:

  1. Escribo sumergida
    en las batallas que libró mi pueblo,
    entre los cráneos de mis antepasados.

    cravando mas palabras al océano del lenguage

    gracias, Marce, por escribires,
    e por nos haceres escribir,

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  2. esas mismas palabras que asestan zarpazos, calman, si es posible la calma.
    saludos. Edgardo.

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  3. Ya le han dicho a "Adrián" que hace un valiente con el miedo...Seguiras ahondando en el verso,él renacera en vos.
    Poderoso poema.

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  4. Las palabras. Sean injustas o descaradamente sinceras, ellas siempre saben el momento justo para desprenderse de los labios.
    me agrada este blog. ¡ Mucho!

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  5. Pero mis ojos te piden que escribas sin medo, pues que tus versos son seguramente la luz que ilumina la oscuridad y revela el rostro de la piel que se escalofría cuando lee tus palabras.

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