martes, 26 de mayo de 2009

Sesión No Velada: Alicia


Timbre.
Alicia llega puntual y vestida de fiesta.
-Adelante.
Tiene zapatos plateados que se saca con gran lentitud para dejarlos al costado del diván. Se acuesta observando con mucho cuidado que su ropa no se arrugue.
-Hoy voy a un casamiento después de la sesión.
-La escucho.
-No me gusta ir a los casamientos…
-Porque?
-La gente está con un entusiasmo que no aguanto, todos parecen hacer de cuenta que están contentos. Bailan, se miran todos con todos, hablan riéndose, las mujeres van todas escotadas, no me gustan las fiestas, para qué tanto despliegue de dinero, de sonrisas, de luces….
-Ud., también se puso linda, tiene zapatos plateados.
-Se casa mi jefe con una novia que tiene desde hace poco tiempo, cómo se les ocurre casarse así tan pronto, no tienen cabeza, son Kamikazes. Si fuese por mí, no iría, ni me hubiese puesto esos zapatos plateados, ni este vestido que me prestó mi hermana, pero estoy obligada a ir de fiesta, se casa mi jefe, ¿te dije?..... Estarán mis compañeros de trabajo y siempre me critican demasiado, me dicen que soy aburrida porque no me gusta divertirme y eso no es verdad, pero yo me divierto con otras cosas, ellos son inmaduros, se ríen todo el tiempo de tonterías, a veces parecen estúpidos...
- La que está criticando es Ud.
-Yo no critico, sólo respondo a las críticas de los otros, me defiendo nada más… además no quiero ir a esta fiesta porque va a ir Luis, un compañero que me gusta y encima de todo el desastre, va con la novia, para qué?? no podía ir solo???
-Alicia, la que está yendo sola es Ud. misma, creyendo que una fiesta es un desastre, pensando en defenderse de sus compañeros y sintiendo que va disfrazada.
-Disfrazada?? Yo no dije disfrazada, dije que no me gustaban las fiestas!!! Le pedí un vestido a mi hermana, y estos zapatos plateados que me compré ayer cuando salí de la oficina…
-Y porque plateados?
-Siempre quise tener sandalias plateadas, mi madre detestaba todo lo que brillara. No le gustaba ningún brillo, creo que ni le gustaba el brillo de mis dientes cuando sonreía. Siempre me decía: “Cerrá esa bocota! “, me mandaba cerrar la boca cada vez que me veía reir. En mi casa divertirse nunca estuvo bien visto, y menos decir cosas que a mi madre no le gustaran… en mi casa es difícil hablar.
-Cerrar la boca, gozar de las fiestas, los zapatos que brillan… algunas prohibiciones que usted sigue con bastante obediencia.
-Yo no soy obediente, y menos que menos de las cosas que decía mi madre…
-No?
-NO NO NO NO
- Ni un poco?
-NO NO NO NO, no me gusta que me digas eso, me parece que nada que ver, me da rabia que hayas pensado eso y peor que lo hayas dicho… No soy obediente.
-Querés que cierre la boca?
-¿?
-continuamos la próxima,

2 comentarios:

  1. marcelitaaa
    geniallll la ss no velada
    la boca no se cierra jamássss!!!

    beijocas

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  2. Hola Marce!! Que bueno que está!! Voy a poder estar más cerca de la poesía, de tu poesía !!!mucha Luz y muchas Lunas !! besos...Pato

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