Sesión No Velada: Máximo

Son las 17.10 y el paciente de las 17, Máximo, no ha llegado aún.
Timbre.

-Llegué tarde, ya sé no me diga nada. Tuve un día terrible.

-Terrible porque?

-Ni me hable, estoy odiando al máximo.

-Se está odiando?

-Ahhhh si, lo dice por mi nombre, un odio Máximo, odio al máximo, si, debe ser… ayer hablando con mi madre, me dijo que me convertí en un odioso desde que empecé la facultad… dice que no me levanto los domingos para almorzar con ella y mis hermanos; que me quedo estudiando de noche y después estoy con cara de boludo todo el fin de semana… no me entiende, me dio una rabia, ¿qué es lo que me pide???? ¿Qué sea el mismo que hace dos años cuando estaba en el colegio???

-Qué cree que le pide?

- Que sea el mismo de siempre

- Ud fue siempre el mismo??

- No, claro que no, pero ella insiste, como si no se diese cuenta que estoy estudiando Medicina y tengo la cabeza rota en mil pedazos. No pienso nada como pensaba antes, el mundo es tan cruel, la vida tan efímera, uno se puede morir dormido o besando a una chica, o viajando, estás ahí mirando un cuadro en un museo y se te detiene el corazón y chau vida!!

-De cuántas formas usted se imagina morir?

-No sé, mi vieja no se da cuenta de nada, sólo le interesa que yo siga haciendo lo que hacía cuando tenía 15 años, pero ahora vivo pensando en que la vida se puede terminar de un momento para otro. Tengo miedo.

-Empezaste otra vida, algo quizás se murió…

-Sí, es verdad, algo de mí se murió, el nenito de mi madre se murió. El que ilusionaba vivir para siempre se perdió… qué tristeza!

-Su vida cambió, usted cambió. Quizás está triste por eso, triste por perder, pero perder no siempre es morir.

-Ahora no tengo ni odio, ni miedo ni tristeza, estoy pasmado… si ya sé continuamos la próxima.

-Bueno, lo espero aquí.