lunes, 18 de mayo de 2009

Leyendo a Lacan


La castración es la operación real introducida por la incidencia del significante, sea cual sea, en relación con el sexo. Cae de su peso que ella determina al padre como ese real imposible, y se trata de saber lo que quiere decir esta castración que no es un fantasma.

No hay otra causa del deseo que el producto de esta operación y que el fantasma domina toda la realidad del deseo, es decir la ley.

....La idea de poner al padre todopoderoso del deseo en el principio del deseo está lo suficientemente refutada por el hecho de que es del deseo de la histérica del que Freud extrajo sus significantes-amo.

Porque no hay que olvidar que de allí partió Freud, a saber lo que sigue siendo el centro de su cuestión. El lo confesó "Qué quiere una mujer?, una mujer, pero no cualquiera. Sólo con plantear la pregunta ya eso quiere decir que ella quiere algo. El no dijo: "¿Qué quiere la mujer?" porque nada indica que la mujer quiera lo que sea. Yo no diría que ella se acomoda en todos los casos, ella se incomoda con todas las K -todas las K, Kinder, Küche, Kirche, hay otras Kultura, Kilowatt, Kaida, Krudo y Kocido-, todo eso le da igual. Ella absorbe todas esas K!.

Pero desde el momento que formulan la pregunta: "¿Qué quiere una mujer?", sitúan la cuestión a nivel del deseo.

Todos saben que ubicar la cuestión a nivel del deseo con respecto a la mujer es Interrogar a la histérica. Está bien claro que lo que la histérica quiere es un amo.

2 comentarios:

  1. Hola, Marcela, entendí que lo que la histérica quiere es ¿alguien que se haga cargo de su deseo?

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  2. si, quiere que alguien quiera por ella... hola pilar, un abrazo

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