martes, 13 de diciembre de 2011

El destino



Todos los faros
se han encendido a la misma hora
todas las olas se arrodillan
ante la luz
los vientos han cedido
su fuerza a la música,
y estoy aquí,
buscando en el fondo del mar
la esencia de la vida:
tengo la palabra perla en la mano
y la palabra nácar
y caracol marino
y el color azul profundo
y la palabra pez.

Todos los faros se encienden a la misma hora
un hombre viejo  hace del universo
la línea pura del horizonte.
No es un dios,
ni Altazor mirando pasar las edades
debajo de sus pies.
Es un hombre
sin heridas,
que dibuja la línea del horizonte
para que amanezca.

Ahí está el hombre,
ahí el tiempo,
el destino:
la luz que
se enciende todos los dias
a la misma hora.

2 comentarios:

  1. Sigo tu blog desde este momento. El destino, dicen que esta escrito desde el día en que nacemos.
    Buen poema.

    Un abrazo fraternal de MA.

    Te invito a visitar El blog de MA.
    Gracias mil desde ya.

    ResponderEliminar
  2. Marcela:

    "... un hombre sin heridas que dibuja, (...) para que amanezca."

    Esse verso me fisgou como o peixe ao anzol. Agora terei de ver como sigo nadando.

    Um beijo,

    Eliane

    ResponderEliminar