martes, 2 de febrero de 2010

Sesión No Velada: Matías (Segunda entrevista)


Timbre

-Otra vez…

-Sí, adelante Matías, tome asiento.

-Antes que nada quiero decirle que me fui muy movilizado ayer… puedo empezar?

-Ya empezó… puede continuar.

-Eso de ser mudo me dolió mucho. Me parece que fui yo quien lo dijo, pero me quedé con una idea: soy mudo…

-Yo lo escucho sin embargo, quizás si comienza a hablar se empiece a escuchar y deja también de ser sordo.

-Le dije que soy hijo único?... no… ya sé que no se lo dije… mi madre me peinaba hasta para ir a meterme en la pileta. Para ella lo más importante era que estuviera limpio, peinado, que fuese educado, que no habla cuando estaban hablando los mayores… Mi padre no decía nada, la miraba como diciendo “Qué mujer insoportable”… pero no decía nada.

-Como usted? que piensa decir y no dice?

-Debe ser… eso es una fija en mi vida. Mi madre hablaba sin parar con mi abuela. Hablaban mientras cocinaban, hablaba mientras limpiaba la casa… discutía con mi padre y al mismo tiempo le daba indicaciones a la empleada de cómo tenía que limpiar las copitas de la vitrina… me da asfixia acordarme de mi infancia y mi adolescencia. Me ahogo, se me hace un nudo en la garganta. Debe ser por eso que me casé con Liza que no hablaba nada.

-Pero el silencio a veces también da asfixia por atragantamiento de palabras…

-Jajajajaa… me hizo reír…

-Si?... y qué le dio risa?

-Atragantamiento de palabras… no… no… me reí para soportar la frase que dijo… no sé si me dio risa… me dio…. nervios!

-Puede continuar…

-Me separé de Liza hace 6 meses… un domingo soleado me levanté de la siesta y la vi durmiendo al lado mío y me asusté…. dormía sin respirar casi… parecía una muerta. Ni un ruido, ni un movimiento, nada…. si me hubiese animado, me levantaba de la cama y salía a la calle a ver el movimiento y no volvía más, como en una película sin tener que pensar qué iba a suceder en la próxima escena.

-Y cuál fue la próxima escena?

-Le toqué el brazo… despacio pero firme… y ella abrió los ojos y me miró con desprecio… debe haber pensado “y este boludo qué quiere ahora?”…. y le dije: “Liza… mejor me voy en la semana, me alquilo algo y después vemos si podemos hablar de algo…”

-Y cómo seguía la película?

-Ella me dijo. “Si no hablamos ahora no vamos a hablar después. Alquílate algo y listo. No te tardes.” y se dio media vuelta y siguió durmiendo la siesta. Yo me fui al bar de la esquina con el diario a buscar alquileres… no es triste?

-Puede ser… un poco triste si… parece más hostil y desalmado que triste.

-Pero me fui y me alivié, y es verdad que después no hablamos nada, pero a partir de ese día no me asustó más despertarme con tanto silencio.

-A veces el silencio es un estruendo.

-A mi me dolía la garganta de tanta nada.

-Tiene muchas cosas agolpadas desde niño…

-Me acabo de dar cuenta que voy a tener un niño con una mujer que ni conozco ni quiero...

-Otra vez?

-Me corrió un frío por la espalda con su pregunta.

-Continuamos mañana??

-Si… vuelvo.

-Lo espero

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