miércoles, 2 de septiembre de 2009

Socio del desamor




Estoy esperando que llames.
Es el teléfono una máquina estéril,
mudo mecanismo metálico y numérico.

Y quisieras llamarme
pero eres todo del silencio
en esta mañana de lluvia.

Y ese artificio negro,
odioso autómata sin color,
se mantiene inmutable:
único socio
de nuestro orgullo.

13 comentarios:

  1. Así sucede, Marcela: el maldito orgullo nos impide hacer lo que en realidad deseamos.
    Con bonitas palabras lo has explicado.
    Saludos.

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  2. Ring ring, ring ring.

    Un gran saludo.

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  3. Cómo agrietan las esperas!!
    Qué presunción de silencio forzado suelen tener los teléfonos!
    Qué terquedad de ansias de su sonido nosotros!
    Qué maniática desconsideración de no cumplir con nuestros deseos los otros!!...(jaja)

    Besos.

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  4. Si, si, que barbaridad la tecnología errónea

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  5. Pues hazle sonar tú. ja, ja. Muy lindo. Un abrazo

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  6. tu.tu.tu.tu.tu..
    ocupado y no con vos...
    no espere Lic. actue.
    1 abrazo

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  7. a veces esperamos y cuando decidimos llamar...no tenemos crédito en el celular.
    paradojas de la comunicación.
    muy bueno.

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  8. que cosa el teléfono, el que espera desespera? si? abrazos telefónicos ring ring ring

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  9. maldito orgullo!
    un saludo!
    y... me gusto mucho el poema^^

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  10. Hola,paso por saludarte y agradecerte tu visita a la gruta,de paso con tu permiso me doy una vueltecita por tu casa.

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