lunes, 28 de octubre de 2013

Pablo

Lunes 13.45

Timbre

-¿Es posible que hoy me tire en el diván y hable todo lo que se me ocurra, y usted no me interrumpa en ningún momento?

-¿Puedo saludarlo? ¿o eso también lo interrumpe?

-Mejor me acuesto y empiezo a hablar, seguro me interrumpirá con alguna de esas ocurrencias disparatadas que tiene a veces.

-¿Disparatadas o diferentes de las que usted ya pensó?

-No me desvíe. Si digo blanco es blanco. Y usted me quiere hacer pensar que el blanco es gris, o que es un color frío, como me dijo el otro día. Lo que quiero hablar hoy, es que no entiendo a las mujeres. Tampoco acepto la frase idiota:   “a las mujeres no hay que entenderlas, hay que amarlas”, no estoy de acuerdo. Yo a las mujeres siempre tuve que soportarlas, sin entenderlas. No es posible amar a las mujeres. Son seres extraños, celosos, ridículos, se maquillan la cara para esconder algo, se perfuman para seducir como la pantera negra y tirar el zarpazo desde la oscuridad.

-…

-¿No me dice nada?

-Todavía no tengo nada para decirle. No se me ocurrió nada disparatado para tirarle el zarpazo.

-Ya sabía que se lo iba a tomar para usted. Esto de la transferencia analítica es otro curro para decir cosas sin ton ni son.  Ayer Susy me mandó un mensaje de texto enigmático: “Qué lindo, cuando eras feliz”. ¿Qué quiere decir esa frase?

-Qué le hizo pensar.

-No importa qué me hizo pensar, lo importante es qué me quiso decir ella con eso.
-Eso no lo podemos saber. Podemos ver qué le hizo pensar a usted, y quizás por ese camino algo entiende, aunque le resulte disparatado.

-…

-…

-No sé.

-Lo que se le ocurra.

-Ni idea.

- “Qué lindo, cuando eras feliz”

-¿Qué se cree que me va a dar una enseñanza? Se pone en un lugar de autoridad. Cómo puede agarrar el teléfono y mandar ese mensaje así, tan tranquilamente, sin pensar las consecuencias para quien lo lee.

-Y por qué piensa que ella lo mandó tranquilamente, o que no pensó en los efectos que podía causar?

-Le pido por favor que no la defienda. Soy yo el paciente. Ella manda frases sueltas, es una histérica. ¿Qué me quiso decir?

-¿Qué le quiso decir?

-Que yo cuando estaba con ella era feliz, o que cuando me conoció era feliz. O quizás me quiso decir que cuando estoy feliz me quiere. Me rompió la cabeza esa “frasecita”

-Entonces, no fue una frase idiota, fue un tiro certero.

-Pero no me hizo pensar, me rompió la cabeza, porque no lo entendí y me puse furioso, y sigo furioso desde que lo recibí.

-Hoy no lo querría… cuando está tan furioso quizás deja de ser querible.

-Susy fue la que se enojó conmigo. Se puso furiosa cuando le dije que, en mi cumpleaños, quería estar únicamente con amigos. “No puedo no estar en tu cumpleaños, soy tu novia”… Yo le dije: “Vienen sólo mis amigos y mis primos”. Ella me preguntó: “¿Organizaste un cumpleaños que sea una fiesta de hombres, eso te hace feliz?”. Le dije la verdad, no es que fuera de hombres, no es que eso me hiciera feliz, pero no quería que nadie me rompiera las pelotas, y las mujeres son hincha pelotas, y cuantas menos vinieran, mejor! Y le grité: “Quiero que sea una fiesta amistosa!”

 -No le voy a decir misógino, porque sería demasiado evidente, prefiero seguir disparatándome un poco. Si Susy era su novia, o lo sigue siendo, es también alguien que le resulta amigable, o amada, o amable…

-Una novia no es amistosa.

-Puede ser, pero no será que le está preguntando si ella, forma parte de su felicidad.

-¿Qué es mi felicidad?

-¿Continuamos el jueves?


-grrrrr

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