lunes, 17 de diciembre de 2012


Aviones

¿Hay algo más silencioso que ser palpado de armas
y saber que el asesinato se producirá al despedirse?
¿Hay algo más estricto que pasar por una aduana
entregando tu propio nombre para ser libre?
La mañana tiene forma de documento vencido.
Es noviembre para todos y la primavera pasó sin florecer.
Viernes, viento, vamos.
El avión está otra vez sobre la pista
pero nada hace pensar que volará,
ni que Colonia sea tan pequeña como un instante.
Estamos otra vez en el aire y todas las palabras
se parecen a tus manos.
¿Hay algo más humano que un aeropuerto
sembrado de ojos y reencuentros?

1 comentario:

  1. Salve la Poesía! Qué bueno encontrarme en estos versos, Marcela. Gracias!

    ResponderEliminar