martes, 17 de mayo de 2011

Sesión No Velada: María Rosa 3



Timbre

-Hola Ana, me ve la cara que tengo.

-Si… la veo…

-….

-… Qué quería que viera en su cara, ¿rastros de llanto?... ¿quería que la mirara hoy?… mejor se recuesta en el diván y la escucho… si?

-Estuve toda la noche llorando… tengo la cara roja, los ojos irritados de tanto llorar… me dormitaba un poco y a la media hora me despertaba llorando otra vez… así toda la noche… la otra semana después del faltazo al examen de Pediatría, tuve que soportar la locura de mi mamá. Cada vez que me la cruzaba por la casa, algo me decía, y hasta entraba en mi cuarto para decirme: “No podés hacerme esto, me hacés mal, no podés hacerme esto”… y yo ya ni le contestaba, pero pensaba: ¿qué le hice?

-Quizás su mamá está demasiado cerca. Si usted se mueve o no se mueve ella se afecta mucho… le hace cosas que usted ni registra.

-Siempre fue así, me vivían observando. Mi papá me veía crecer lunares peligrosos que yo ni me veía, mi mamá poniéndome la mano en la frente para ver si tenía fiebre cada vez que hacía mucho frío o mucho calor… un día yo estaba saliendo de la escuela y ella me vio desde adentro del auto que estaba lejos, y se dio cuenta que yo estaba afiebrada…

-Quizás nunca estaba lejos… o tal vez usted siempre le pedía que la mirara…

-Ah, puede ser… Pero anoche todo fue peor, por eso no podía parar de llorar. Habíamos terminado de cenar y estábamos las dos solas tomando un tecito, mi papá se había ido a visitar a mi abuela y mi hermano no estaba… ella estaba seria, le pregunté qué le pasaba… cuando la veo seria siempre me pongo medio mal…

-Entonces usted está demasiado cerca: se pone mal porque ella está seria… como si eso ya la incluyera en la cara de su mamá…

-Si, esto ya me lo interpretó tantas veces en mi sesión… ayer mismo cuando me sentía mal por verla seria, lo recordé y me repuse enseguida, y empecé a contarle que estaba contenta porque tuve una conversación con una profesora del primer año de la facultad -que yo admiro mucho- y antes de despedirnos, me dijo que esperaba que me recibiera en breve porque me veía un buen futuro… y le dije que sí, que iba a recibirme este año. Me puse feliz con eso, pero de pronto a mi madre le cambió la cara… de la nada empezó a decirme que yo era una sumisa, una cobarde en la facultad, que me pongo feliz por un comentario al pasar de una profesora de primer año, y que tenía que crecer, porque no había ni siquiera intentado dar el examen de Pediatría… y que ella está esperando que me reciba desde que yo nací… (glup)… y que me apoya y está siempre pendiente de mí, y que el día antes de mi “frustrado” intento de dar pediatría, ella había apostado tanto por mí, que hasta había ido a una tarotista para saber si yo me recibía este año o el próximo, y hasta había rezado por mí, y que también que había prendido velas blancas para iluminarme en el examen…

-….

-Ana, me empezó a decir cosas muy raras… mi mamá yendo ¿a una tarotista?, no me lo puedo ni imaginar… y además ella no es religiosa, no reza, nunca rezó, yo nunca la vi rezar…. en mi casa no hay ni una vela… ¿dónde prendió velas?

-Quizás también hay cosas de su mamá que usted no conoce. Quizás ya no está tan cerca de usted como creía… porque ni sintió el olor de las velas…

-jajajajaja……

-Nos vemos el lunes?

4 comentarios:

  1. Al menos esa risa final confirma que ya se alejó.
    Pobre madre, va a necesitar de tus sesiones, menos mal.

    Besos Marcela, un gusto asistir a las sesiones

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  2. Buena escucha Ananda... gracias por asistir. En 15 días está el libro en venta: LOS PACIENTES DE ANA. Con el seguimiento de 8 pacientes durante un año de tratamiento... ya lo verás avisado en el blog... abrazo

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  3. jajaja...qué buena sesión, ni el olor de las velas...
    qué bueno lo del libro, espero ansiosa!!

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  4. Hola, intenso relato, profundo y hasta íntimo, un placer leerlo,muchas gracias.
    Si te gusta la poesía, te invito a mi blog,será un placer,es,
    http://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
    gracias, buen viernes, besos oceánicos..

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