lunes, 13 de diciembre de 2010

Sesión no Velada: Michi



Timbre

-Hola Ana… llegué… estoy re cansada!

-¿Querés entrar igual?

-Jajaja… si … claro…

-Adelante…

-Me acuesto en el diván y espero no dormirme. Tengo un día!!!. Anoche tuve fiesta. Todo divino pero tengo que reconocer que soy una jodida… ya se que tengo que hablar… vine a mi sesión, así que te voy contando y vos algo me dirás: salí del Estudio a las 21 y Horacio me pasó a buscar para ir a una fiesta medio rara…

-Medio rara…

-Es una manera de decir… fui con Horacio, “eso ya es un poco raro”. Nos gusta ir al cine pero jamás vamos una fiesta juntos. En cuanto entré me flecharon los ojos inmensos de un chico que fumaba sin parar. Yo lo miraba y él me sonreía, yo le sonreía y él me miraba. Pero no me gustaba que fumara tanto. Horacio no se me despegaba, le dije: Pibe, circula un poco, ¿por qué no me traes un trago? Y ya te conté mil veces como es él de controlador, lo quiero y no lo aguanto, ya estaba molesto conmigo. El chico lindo se me acercó y me preguntó si Hori era mi novio. Yo me empecé a reír mucho (me sentí un poco exagerada, te confieso, me reí demasiado para esa pregunta tan pelotuda)…

-¿Si?

-Si ¿qué…?

-¿Era pelotuda la pregunta o tu exageración?

-Obvio… me reí como si fuese insólita su pregunta, pero me reía de más, estaba medio histérica, ¿viste esa risa de las minas que empieza riéndose y termina llorando? así… pero bueno, pensé: él fuma demasiado, yo me río demasiado.

-¿Y por qué tuviste que exagerar la risa?

-No sé, porque el chico me gustaba exageradamente, me puse nerviosa, pero también me pareció fuera de lugar que alguien piense que Hori es mi novio. Eso es “demasiado”….Se le nota de lejos que es gay y anoche estaba vestido con una remera tan ajustada que ni yo soy capaz de usar, y eso que cuando voy a una fiesta, me gusta la onda: Yo te muestro todo…. ¿Pero cómo se le ocurre pensar que podía ser mi novio?

-Quizás el chico lindo que fuma demasiado quería comenzar a hablar con vos, con la chica que parece que le gusta mostrar todo, pero después se asombra de lo que mostró. Vos te mostraste con Horacio… pero ahora decís que lo que mostrabas no estaba en la realidad…

-Jajajaja… Puede ser… pero podía ser más creativo… no ser tan literal, estar más atento a la realidad. Así empezó todo con “Ezequiel” -el chico lindo-. Fue un comienzo desviado, pero después pasó otra cosa peor: Horacio se puso celoso. No lo aguanto: ¿cómo puede ser tan posesivo?

-Y usted ¿es posesiva?

-Puede ser, somos amigos desde el colegio secundario estamos mucho tiempo juntos. Pero se zarpa, piensa que todo es posible y no lo es. Bueno para mí no es posible, él pide demasiado. Hace un mes que lo dejó el novio que tenía y ahora se cree que en lugar de gay es un ovejero alemán. Un perro clásico, un pibe clásico. ¡Por favor! Me empezó a poner caras y a mirarme mal. Yo lo abracé y le dije: Te presento a Ezequiel, el chico lindo de la fiesta. Y algo se alivió y nos quedamos charlando y tomando un trago los tres, hasta que apareció un amigo de Horacio y por fin me dejó a solas con el chico lindo, que me descolocó. Me preguntó: “¿Sos Marisa Chávez?”… me asusté. Desde que nací todos me dicen Michí, ya nadie se acuerda de mi nombre… ni mis viejos tienen presente el recuerdo de por qué me pusieron Marisa. Yo tengo mi versión de las cosas, claro.

-¿Cuál es su versión: Marisa?

-Creo que sé. Mi abuela se llamaba María. Mi mamá también se llama María… Y la casa que tenían en Olavarría se llamaba: Las Marías… entonces cambiaron la S de lugar: Marías, Marisa. ¿No es una buena versión?

-S… si. Quizás no quisieron llamarla María, y Marisa, si bien recuerda a esa casa de las Marías, no es igual… es casi igual.

-Casi… el casi es fundamental…

-La sigo escuchando…

-Es que tampoco me llaman Marisa, me llaman siempre Michí… quizás si me hubiesen llamado María, no me dirían Michí.

-¿Como un gatito?

-… debe ser. Mi mamá decía que de chiquita era arisca como un gato.

-¿Y ahora es arisca?

-No me doy cuenta, puede ser. Nunca lo pensé.

-Es un gato que va muchas veces acompañada de un Ovejero Alemán…

-jajajaja… lo dice por Hori… Jajaja

-Y por ese “casi” que mencionaba antes. Va a una reunión casi sola, casi sexuada… le pide a Horacio que vaya con usted y después que se retire. Y si alguien le pregunta si vino acompañada por un hombre, usted se ríe como si se tratase de una pregunta absurda, como si Horacio fuese realmente un ovejero alemán y no su amigo.

-Puede ser, no sé si es tan así… no me parece que sea para tanto. Todo pasa por ahí?

-Todo pasa por sus palabras.

-ay… me dan ganas de cerrar la boca.

-No sea arisca… continuamos la próxima